La madera de roble es uno de los mejores materiales para tus proyectos de carpintería de exterior.
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¿Estás buscando una madera para exterior que sea duradera y resistente? Si es así, entonces querrás considerar el roble. El roble es una madera dura y pesada, lo que la hace ideal para usar en exteriores. Además, el roble también es resistente a los insectos y a la putrefacción, por lo que se mantendrá en buenas condiciones durante muchos años. Si quieres asegurarte de que tu casa o jardín se vean increíbles, entonces el roble es una excelente opción para ti.
Cuando se trabaja con madera para proyectos de exterior, recomiendo utilizar el duramen en lugar de la albura. El duramen es la madera más fuerte y más interna del árbol, que a menudo constituye la mayor parte de la sección transversal del tronco. La albura es de color claro y es el segmento vivo más externo de un tallo o rama. He hablado con expertos en carpintería, ebanistería y artistas artesanos de la madera para conocer sus preferencias en cuanto a materiales para muebles de exterior. Todos ellos coinciden en que la madera de roble es una de las mejores opciones.
El acabado perfecto para una mesa de roble blanco
Esta es la historia de cómo hice una mesa de roble. Seguramente, a los carpinteros profesionales les parecerá trivial, pero ten en cuenta que no es un tutorial, solo es una historia de cómo un sueño se ha hecho realidad. Siempre me gustaba la idea de crear algo de la nada, fabricar algo con mis propias manos.
Uno de mis deseos siempre ha sido hacer una mesa de roble, es mi madera favorita para trabajar. Primero, empecé a diseñar mi futura mesa de roble blanco. Me llevó mucho tiempo dar con la forma de las patas y el perfil de la mesa, pasé horas mirando un montón de formas en Internet y he preguntado algunos carpinteros profesionales, hasta que finalmente pude definir y dibujar las formas que me gustaban.
Las patas de la mesa decidí fabricar pegando dos mitades de un taco de madera de 50 mm de grosor cada una. Previamente corté el taco y lo abrí como si fuera un libro, para lograr que coincidan las vetas. Antes de afilar las patas de roble, he hecho una prueba en un taco de pino para asegurarme de que todas las formas estaban proporcionadas. Para la encimera he decidido comprar una tabla de roble de 800 x 1200 mm.
El acabado ideal para una mesa de roble blanco, desde mi punto de vista, consiste en varios pasos. Primero, un lijado bueno y largo para eliminar las marcas de quemado que se hayan producido durante el corte. Antes de pasar a los siguientes pasos de acabado, he realizado el montaje de la mesa.
Mi idea era una mesa desmontable, así que he atornillado las patas a las esquinas metálicas. Una vez montada la mesa y comprobado que está perfecta y estable, la he vuelto a desmontar para seguir con el acabado.
El siguiente paso consiste en cubrir toda la superficie de la mesa con un aceite especial para exteriores. Protegen la madera y aumentan la durabilidad de los muebles que se utilizarán en el exterior. Hoy en día hay una variedad de colores y marcas de estos aceites que permite elegir el color que mejor se integre en tu espacio (cocina, terraza, balcón, etc.).
Al principio pensé en aceitar la mesa con tres capas de aceite. Pero un amigo carpintero me ha convencido que aplique al menos siete capas. Entre capa y capa recomendó pulir primero con papel de lija de grano 1000 y luego de 2000. Hacerlo de este modo requiere más tiempo, está claro. Pero el resultado merece la pena: el mueble queda liso y brillante, pero no es el mismo brillo que después de aplicar el barniz. Este brillo es más cálido, más vibrante, el mueble es muy agradable al tacto, no es como si fuera el cristal.
Como elegir el tono perfecto del roble
El roble es un material habitual para el parqué, las escaleras, las puertas, los muebles y diversos utensilios. Las cualidades estéticas de la madera de roble son muy apreciadas. El pronunciado veteado y la amplia gama de colores, combinados con los relieves, dan a la madera una profundidad inimitable. Además, el roble es susceptible de ser procesado y permite lograr texturas, patrones y matices aún más interesantes.
Los límites de los tonos de roble van desde la madera completamente blanca hasta la casi negra. Prácticamente no hay tonos rojos en las transiciones de color, pero sí muchos dorados, grises y marrones.
Roble blanco
La madera blanca sólo se encuentra en los árboles jóvenes que no están en producción. La madera se oscurece con la edad e incluso el roble blanco tiene una madera más oscura en comparación con lo que consideramos como roble blanco. Sin embargo, hay bastantes tonos de blanco en el mercado: blanco ceniza, blanco lechoso, plata, nacarado, blanco nieve, marfil, pergamino, crema, vainilla, etc.
Para obtener esta madera, el roble se trata con diferentes compuestos químicos, se blanquean las fibras, se empapa de aceite y/o se barniza. Esta madera se llama roble blanqueado.
Hay bastantes técnicas de blanqueo, así como diferentes tipos de roble que dan un tono distintivo. Así, podemos encontrar los nombres del roble blanqueado como estos: roble de leche, roble lechoso, roble de Atlanta, roble blanqueado, roble blanco, etc.
La moda de los interiores blancos ha impulsado la producción de este tipo de madera y su imitación. Es difícil encontrar dos tonos idénticos de roble blanco de dos fabricantes diferentes. Sin embargo, sigue existiendo una base unificadora de “blanco” con un tono grisáceo, pajizo o, menos frecuentemente, rosado.
Si te gustan los tonos sutiles del roble blanqueado, y has decidido realizar el diseño en este estilo, considera estas combinaciones de colores en el interior: roble blanco y amarillo pálido soleado, lila claro, gris púrpura, azul denim, esmeralda pálido, gris, oro, plata, negro.
Roble dorado
El color roble dorado puede considerarse el más parecido al del roble natural, que tiene un ligero color pajizo. Para conseguir un tono dorado denso, la madera se barniza o se tiñe ligeramente.
Los tonos dorados también pueden verse en otros acabados de madera complejos. Por ejemplo, en el matiz del roble rústico.
El rústico es un tratamiento especial de la madera destinado a “envejecer”. El tratamiento resalta visiblemente la veta de la madera de roble y oscurece las puntas de las crestas onduladas. En la naturaleza, este efecto se consigue mediante la exposición prolongada al agua y al viento. Los diseñadores apuestan firmemente por los tonos miel alternados con los colores caramelo y azúcar quemado. Aunque este tratamiento no produce necesariamente un tono dorado.
También puede verse un tono dorado en el roble de salón, que tampoco es una especie de madera, sino una técnica de procesamiento. En el diseño de interiores y exteriores, los tonos de roble dorado combinan con tonos cálidos de ocre: paja, amarillo ocre, rojizo, lechuga, marrón, rojo-marrón oscuro, dorado, plateado y chocolate amargo.
Roble oscuro
El roble oscuro puede haber adquirido su color de diferentes maneras. En primer lugar, podría tratarse de especies de roble que tienen un tono rico natural. Por ejemplo, el roble de Cognac, que crece en toda Europa, incluidas las Islas Británicas.
El segundo método para obtener la madera de roble oscura es aplicar el tratamiento térmico. De este modo, se consigue un acabado bastante oscuro y bonito, además de mejorar las ya extraordinarias cualidades del roble.
Y la tercera es la más hermosa, se obtiene el roble que ha estado sumergido en el agua durante siglos.
Hoy en día se utilizan tintes artificiales, gracias a los cuales el roble adquiere un color muy oscuro.
Las combinaciones de colores del roble oscuro quedarían muy bien con el naranja aterciopelado, el rojo anaranjado, el color tomate intenso, el verde pantano, el azul real, el dorado, el plateado y el negro.
Roble negro
Lo realmente precioso es el roble ennegrecido que ha estado bajo el agua durante unos 1000 años. La madera de este roble se vuelve negra y muy densa. El proceso de envejecimiento cambia por completo las propiedades de la madera para que se convierta en hierro y dure mucho tiempo.
Con el envejecimiento artificial también se pueden conseguir tonos negros y ahumados, por lo que los suelos de parqué negros y grises son tan comunes, aportando el lujo del siglo pasado y la nueva tecnología del presente a un espacio exterior o interior.
Uso de madera en el exterior
La madera natural es una gran opción para añadir calidez y textura a su jardín, terraza u otro espacio. Gran parte de la madera se trata químicamente para evitar la putrefacción, pero algunas maderas tienen una resistencia natural superior a la putrefacción y pueden utilizarse en exteriores sin tratamiento químico. Aquí tienes algunos aspectos a tener en cuenta.
La exposición al sol, la humedad, los insectos y los hongos son los principales factores que contribuyen a la putrefacción de la madera. Es muy importante utilizar madera resistente a la podredumbre cuando entra en contacto directo con el suelo; por ejemplo, en un parterre o una verja.
El contacto con el suelo permite que la humedad penetre en la madera, dilatando y abriendo sus poros y abriéndola al moho y los hongos. Las plantas y enredaderas que crecen sobre la madera también aceleran la putrefacción, ya que la humedad puede acumularse a su alrededor.
A la hora de planificar un proyecto de exterior, hay que tener en cuenta las condiciones meteorológicas y la luz solar a las que estará expuesto, la resistencia natural de la madera a la putrefacción, el mejor método para tratar el producto final y el mantenimiento que necesitará.
Incluso un tipo de madera muy resistente sufrirá las inclemencias del tiempo. Si se deja al descubierto, la madera dura se volverá gris, se agrietará en la superficie y, a veces, puede deformarse al absorber la humedad y secarse repetidamente.
Por eso, ya sea una mesa de picnic, un banco de jardín o una tumbona, merece la pena pensar detenidamente con qué madera la construyes. Eso puede marcar la diferencia entre que tu proyecto de exterior dure un año o diez.
La madera de roble es resistente, dura y posee grandes ventajas estéticas y posibilidades de tratamiento. Sin embargo, también puedes valorar otros tipoos de madera como secuoya, teca, pino, ciprés, caoba, cedro, etc.
Aunque la secuoya o la teca cumplen los requisitos, otras cinco especies de madera más comunes que también resisten bien la luz del sol, la humedad y los insectos que perforan la madera son el cedro rojo occidental, el cedro español, el ciprés, el roble y la caoba. El cedro rojo tiende a ser nudoso, pero es asequible y está ampliamente disponible. El ciprés es fácil de encontrar en el sur y funciona muy bien. También lo son la caoba y el cedro español, pero habrá que rebuscar más en la cartera para conseguirlos.
